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¿Dónde están las adaptaciones curriculares acordes con las necesidades educativas específicas?

 

 

Manuel Rodríguez G.


Existe un gran porcentaje de alumnado con Trastorno por Déficit Atencional sin/con Hiperactividad (TDA/H) y otras dificultades de aprendizaje, que ocasionan a estos niños un importante desfase académico curricular. De hecho, al igual que la dislexia y otras problemáticas para el aprendizaje del modelo educativo actual, los niños con TDA/H pueden considerarse como alumnado con Necesidades Educativas Específicas (NEE), dadas sus peculiaridades.

Hablamos de adaptaciones curriculares no significativas, cuando el desfase curricular, en principio no es importante respecto al grupo de iguales o compañeros de clase. En estos casos - los más frecuentes en alumnado con esta patología- el profesorado debería y tendría la obligación de proponer e implicarse en la realización y verificación de esas adaptaciones curriculares, sean o no significativas, pero esenciales para la buena marcha de dicho alumnado respecto a sus pares.

Respecto a las adaptaciones no significativas, como expreso, es el profesorado el responsable de elaborarlo y llevarlo a la práctica, junto con el asesoramiento y apoyo de los denominados Equipos de Orientación Psicoeducativos (EOEP). Desgraciadamente, si bien está contemplado en distintas Órdenes Autonómicas,

http://www.google.es/search?sourceid=navclient&hl=es&ie=UTF-8&rlz=1T4MDNA_esES439ES439&q=regulaci%c3%b3n+de+la+atenci%c3%b3n+a+la+diversidad

ésta, como otras muchas Normas apenas se verifican; muchas veces por la falta de detección de determinados problemas de aprendizaje y análogos por parte del profesorado: bien por desidia, bien por ignorancia; otras por la banalización y dejadez hacia las dificultades de este alumnado.

Llegados a este frecuente y lamentable punto, no es extraño que niños, incluso con un elevado coeficiente intelectual, no den la “talla” en la victoriana evaluación del sistema educativo actual. Son, estos niños, en esencia, estudiantes que pueden conseguir los mismos objetivos que el resto de los compañeros de clase; aunque para ello necesiten que se les realice los oportunos cambios en la metodología y en los contenidos si es preciso; ajustándose y moldeándose sus peculiaridades a una evaluación, supervisión y transformación efectivas del sistema educativo hacia ellos y no al contrario, como triste y lamentablemente sucede en la mayoría de los casos.

Siendo este trastorno de origen genético y neurobiológico, se usan y proyectan, muy generalizadamente por parte del sistema educativo, estas inhabilidades como imaginarias, inventadas o superfluas y en la praxis, cual vulgar paraguas, se pretende dejarse a la entrada de las clases para luego ser recogido. Es en resumen, la realidad cotidiana y minante de tantos estudiantes que tras una alarmante y desidiosa actitud y aptitud por buena parte del profesorado está inmerso en un futuro zozobrante, con muy serios visos de ser la crónica de un fracaso anunciado. no sólo en el plano escolar, sino también social y a todos los niveles.

Somos muchas las familias de afectados que, reflexionamos en alto y a diario para que sencillos y poco costosos modelos individualizados de adaptación curricular (no significativa en su mayor parte) den respuesta a las necesidades educativas de este alumnado, de tal modo que con, reitero, pequeñas modificaciones y cambios en la metodología, se pueda atender dignamente una atención necesaria hacia estos alumnos, que palien su baja autoestima, su elevada frustración, su deficiente autonomía, su muy baja motivación, su falta de reflexión, planificación y estructuración y, cómo no, su gran soledad e incomprensión fuera y dentro del aula.

En definitiva, sólo pedimos que se verifiquen esos cambios o transformaciones que deben tener en cuenta esencialmente, las peculiaridades del alumnado para intentar paliar, minimizar y/o modificar esas dificultades y obstáculos para un pleno y eficaz aprendizaje, pero que desgraciadamente no suelen producirse.

Es hora de tomar medidas prácticas y no relegar al ninguneo, marginación y a la exclusión a una parte de la futura sociedad cercana que empuja, y que en el momento presente está condenada a un cómplice fracaso anunciado en todos los órdenes.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante artículo cargado de razón.

Manuel Valero Ribes dijo...

Amigo Manuel, como en todo no nos falta razón para denunciar tanta ineptitud de parte de muchos docentes, que les debe de pesar y mucho el trabajo de enseñantes.
Como sabes mi hija lucha con uñas y dientes desde hace años por las adaptaciones curriculares y si todo es positivo con dirección y enseñanza en las reuniones, después algunos profesores se lo pasan por el forro y mi nieto 10 años tiene autismo y otro detrás de 5 años; no tienen vergüenza y muchos son unos perros porque no quieren trabajar, no tienen vocación; Manuel hay que volver a poner la gallina coronada,aunque no me gusta...!!! Jajaja Salud amigo.

Vagabundo dijo...

Gracias por vuestros comentarios.
Estimado tocayo. Yo definitivamente preveo y veo muy cercano el abandono obligado de los estudios de mi hija, consecuencia de la crónica anunciada del fracaso escolar del Sistema Educativo... VERGONZOSO cómo comprobar que por ineptitud y falta de comprensión y coherencia a estos niños se les hunde emocionalmente, tras comprobar que ellos solos no pueden la mayoría de las veces y, por ende, los familiares que les apoyamos nos sentimos impotentes ante tanta incomprensión y cinismo. Sencillamente este sistema educativo pseudodemócrata, nos excluye y discrimina:-(

rosan dijo...

La profe de mi hijo de infantil nos recomendó que le hicieran el estudio de TDAH, con 4 años, con 5 lo tenía y sin embargo hasta 2º de primaria no es incluido en el programa de necesidades especiales y en 2º de primaria la trbajadora social nos dice que para un niño con TDAH se puede solicitar el reconocimiento de la discapacidad, y consecuentemente la prestación por hijo a cargo, que al menos cubre parte del tratamiento farmacológico