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Qué hacer con un alumno que tiene Síndrome de Asperger en clase

 

DECÁLOGO:

1. Todos los profesores deben aceptar el diagnóstico.

2. Los profesores deben informarse de lo que es el Síndrome de Asperger. No es una disminución psíquica, sino un trastorno neurológico sin retraso mental.

3. Deben saber que la madre es la mejor fuente de información del comportamiento del niño.

4. Hay que proteger al niño antes, durante y después de la clase. Sobre todo en el recreo, porque es el blanco natural de burlas, acoso y agresiones físicas.

5. El alumno no recibe los mensajes que van dirigidos a toda la clase. Es necesario repetir el mensaje a él personalmente.

6. Su escritura suele ser ilegible. Facilitarle un modo alternativo con ordenador.

7. Su comprensión del mundo que le rodea es literal. Evitar frases ambiguas o metafóricas. Si en clase sus respuestas son demasiado cortas puede deberse a su posible interpretación literal de la pregunta.

8. Es difícil que estos niños mientan o que actúen con doblez alguna. Por lo tanto, te puedes fiar de él. De la misma manera, los otros niños se aprovechan fácilmente de su inocencia.

9. Su edad emocional es de casi 2/3 de su edad cronológica. No hay que sorprenderse de un comportamiento inmaduro.

10. Todos sus actos serán más lentos que los de los demás. Hay cosas sencillas que él será incapaz de realizar: atarse los zapatos, trazar una línea recta con regla, etc. No hay que meterle prisa ni insistir en que haga lo imposible.

Frank Spain Presidente Asperger Castilla- La Mancha, a través de  http://felizautismo.blogspot.com.es/

1 comentario:

Carlos Farias dijo...

Yo sufría muchísimo en primaria por esto, especialmente en primer grado. Como tenía problemas de escritura (sobre todo la letra) me costaba mucho hacer las tareas. Todo porque no se sabía que tenía Asperger y eso fue lo que me causó no pocos traumas. Y me decían "ponte las pilas que te van a 'raspar' y no vas a pasar de grado". Salí con 15 puntos de primer grado y mis padres terminaron molestos conmigo por eso, me exigían que debía haber sacado 18, 19 ó 20.