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Trastorno por Déficit de Atención y tareas escolares: ¿Os suena?

 

Manuel Rodríguez G.

tda tareasHoy traigo a escena el siguiente artículo de la psicóloga Ana Villarrubia, después de comunicarme con una madre (y amiga) y el proceso de desgaste e incluso bloqueo de ella y su hijo J., afectado por un TDAH. La hora de las tareas escolares se convierte en un estrés intenso donde el pequeño, ya con el efecto rebote de su medicación es incapaz de concentrarse y focalizar su atención. Como madre intenta ayudar pero la calma y paciencia también tienen límites y desgraciadamente esta a veces se rompe, surgiendo nervios y situaciones no deseables. Paralelamente esta lentitud a la hora de realizar deberes le impide aprender eficazmente; esto es relacionándose con otros chicos, fuera, en la calle, parque o similar. La tensión y falta de apoyo eficaz del entramado escolar da lugar a que inconscientemente se esté castigando a estos chicos en muchos hogares. Castigos que proceden de la enorme presión que sufren muchas familias por parte de responsables de colegios y profesorado, ante la inconsistencia, falta de formación e ignorancia de éstos sobre este muy mal conocido Trastorno por Déficit Atencional. Presión de colegios a estos niños y sus familiares al imponer absurdas reglas y enormes colecciones de ejercicios. Castigos que penalizarán a estos infantes con demasiado poco tiempo interactuando y jugando a base de juegos grupales. Minúsculo tiempo para aprender jugando. Gigantesco esfuerzo de niños y madres (normalmente) para sacar tan ínfimo rendimiento. No es extraño que ese niño, J., como tantos otros tenga pesadillas o despierte a media noche inquieto y asustado probablemente temiendo que pronto llegará la hora de acudir a un espacio cuadriculado con muy pocos estímulos, demasiados obstáculos y lamentable incomprensión…Mientras tanto la madre se siente rota, no sólo por el esfuerzo anímico-emocional ante las muchas dificultades de un día a día repetitivo durante todo el calendario escolar, que agota y duele, sino también porque a menudo será incomprendida e incluso demasiado etiquetada y juzgada socialmente. Y lo peor, a menudo sin apoyo, seguramente asustada y agobiada se preguntará si los problemas de su infante no serán debido a su impotencia por sacarlo adelante. ¿Os suena?

Un abrazo amiga y madre. No decaigas. El camino es largo y angosto pero tú, como muchas otras madres, estás haciendo senda poco a poco para tu hijo. Lucha por él y exige a quienes discriminan y niegan o ningunean el apoyo que necesitan todos estos niños.

 

TDAH: mi hijo no termina las tareas

Ana Villarrubia Mendiola

Dadas sus dificultades para la concentración, así como para la organización y la planificación en el trabajo (funciones ejecutivas todas ellas) es muy común que el niño con diagnóstico de TDA o TDAH no termine sus tareas a tiempo o exprese serias dificultades para ello.

Más allá de las excusas que él mismo pueda dar (y que en su mayoría suelen ir dirigidas a la evidente auto justificación y autoprotección ante el trabajo no realizado, es importante tener en cuenta que la dificultad del niño para terminar las tareas y para hacerlo a tiempo es real, y no fingida; y que por tanto es necesario desplegar a su alrededor una serie de recursos que le faciliten cada proceso en el que se ve inmerso. La tendencia a la distracción y, por tanto, al abandono de la tarea en curso es también real por lo que de poco o de nada servirán las regañinas, los sermones o los castigos. Es necesario comprender que en muchas ocasiones no se trata de no querer sino de no poder.

¿Qué podemos hacer para ayudarle?

Lo primero, por mucho que nos cueste, es reforzarle. Reforzar sus progresos y centrarnos en ayudarle a mejorar y valorar la calidad de sus trabajos, por encima de la cantidad de tarea realizada o de la rapidez en su ejecución.

Además podemos ayudarle a fraccionar el trabajo y, con ello, le enseñaremos de paso las bases para ir planificándose, algo para lo que tiene dificultades que en el futuro pueden hacerse más visibles. Fraccionar el trabajo es organizarlo en el tiempo y es un buen método para fijar objetivos más a corto plazo y, por tanto, más fácilmente asequibles para él. Después de realizar una primera parte de la actividad se puede incluir un tiempo para la revisión en la que se aproveche para incluir refuerzos y orientaciones, y servir de guía de cara la realización de la siguiente fracción el trabajo.

Además, un niño con dificultades para organizar su tiempo muy probablemente no sepa manejar ninguna referencia de control del tiempo. El reloj es evidentemente el instrumento idóneo para ello pero no podemos pedirle que lo use sin enseñarle a hacerlo. Podemos regalarle uno atractivo e indicar en qué momentos ha de trabajar, en qué momentos ha de parar y de cuánto tiempo dispone en total. Es importante que externalicemos el tiempo y le demos, incluso, una visibilidad exagerada hasta que sea capaz de coger un ritmo y trabajar de acuerdo a éste.

Podemos también ser una viva expresión del tiempo, marcando las horas y avisando del tiempo que ha transcurrido desde que ha empezado una tarea y del tiempo que le queda hasta finalizarla. Si hemos marcado un tiempo total de 20 minutos para hacer los deberes de lengua, podemos avisare cuando hayan pasado 10 minutos para indicarle que le quedan otros 10 y que la mita d de la tarea debería estar ya hecha. Al principio será necesario ir adaptando los tiempos.

Nuestro objetivo último es que interiorice el concepto del tiempo y aprenda progresivamente a organizar y planificar sus propias tareas. Por ello, en un primer momento podemos aplicar todo esto también a otras actividades de ocio, y no solo a las tareas escolares u obligatorias.

Recordemos, además, que en todo proceso de aprendizaje el refuerzo juega un papel crucial tanto al ayudarnos a asentar los logros obtenidos como al mantener la motivación necesaria para realizar el esfuerzo que la interiorización de las nuevas conductas requiere.

Toda nueva conducta que queramos que el niño interiorice requiere de todo un proceso de adquisición en el que los demás, padres, profesores y demás familiares, debemos también tener claros los objetivos para no desmotivarnos por el camino y no perder la paciencia.

Suerte y paciencia para todos los padres.

 

Fuente:

http://blogs.periodistadigital.com/aprende-a-escucharte/

La incomprensión: El verdadero trastorno del Déficit de Atención y la Hiperactividad

INCOMPRENSIONSe puede hablar mucho sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, pero la gente de la calle, ni siquiera nuestros allegados más cercanos, nunca entenderá realmente qué es mientras médicos, psiquiatras, prensa, asociaciones, editoriales, comercios, etc. lo sigan tratando como 1) un asunto “de niños” y 2) un asunto educativo o pedagógico.

Un “niño hiperactivo” no es un niño inquieto, revoltoso, rebelde, pasota, lleno de energía, despistado, etc. sin más, sino un niño con cierta condición cerebral al que le resulta imposible estarse quieto o terminar los deberes del cole, por más que se le pretenda convencer.

De forma idéntica, un adulto con TDAH (que a ver cuándo muchos se empiezan a enterar: sí, también existe) no es una persona olvidadiza, despistada o irresponsable sin más, sino una persona a la que esa condición cerebral le impide (o le implica grandes obstáculos) realizar ciertas funciones ejecutivas en su corteza prefrontal: No es que un adulto con Déficit de Atención no se proponga de forma lo suficientemente seria cosas como esforzarse mentalmente, procurar recordar lo que acaba de oír, o terminar lo que empieza, sino muy al contrario, las personas con TDAH sufrimos algo parecido a un “pequeño -y a veces no tan pequeño- estrés permanente” en buena medida porque precisamente estamos todo el santo día forzando nuestra mente. No tenemos falta de atención porque no nos esforcemos, sino que nos cuesta horrores concentrarnos incluso cuando lo pasamos fatal intentando conseguirlo. Para cuando alguien me insiste en intentar recordar qué tenía que hacer esta tarde, yo ya llevo un buen rato sintiéndome frustrado, sin conseguirlo. No necesito más exámenes ni ejercicios mentales; gracias.

Me he encontrado con situaciones en las que se me “invitaba” a abandonar mis notas y calendarios, cuando no una clara obligación a prescindir de ellos, con el pretexto de que “así ejercitas la mente” o sencillamente porque “no queda bien de cara a la gente”. Estas personas no comprenden que rodearnos de agendas y listas de tareas no es una manía de nuestro Trastorno, sino un apoyo que necesitamos y que nos ayuda a no sentirnos unos completos inútiles. Habiendo conocido lo que es el Trastorno ya como adulto, me resulta curioso recordar las muchas veces siendo joven que se me negaba ese apoyo externo. Claro, entonces uno no era TDAH, sino “un poquito lento”, que era la forma diplomática de considerarme un zoquete que pasaba de estudiar porque le daba la gana. ¡Oh, sí, me encantaba suspender exámenes y repetir cursos!

Y es que socialmente no está del todo bien visto -con toda la razón del mundo- ser despistado, torpe, lento, distraído, dejado, olvidadizo, procrastinador… Lo que no se suele tener en cuenta es que la gente con TDAH no es que no se esfuerce en evitar dichos comportamientos, sino que cae en ellos incluso esforzándose y dándose cuenta: De ahí buena parte de la ansiedad. Pedir a un TDAH que no dependa de sus agendas, calendarios, recordatorios, o no dejarle cambiar de ambiente cada poco rato, comprometiéndole a pasar una tarde entera en un mismo sitio -incluso cuando es un lugar agradable y sosegado- es como pedirle a un ciego que “se esfuerce” en arreglárselas sin el bastón o el perro, o como pretender que un músico interprete una sinfonía que acaba de conocer sin facilitarle la partitura. Además, la discronía -la percepción distorsionada del tiempo- hace que para nosotros, pasar muchas horas en el sofá delante de la tele nos aburra desesperadamente en lugar de ser una oportunidad para no hacer nada, desconectar, relajarse… Para un TDAH, no hacer nada puede ser tan agobiante como para un niño superdotado hacer dibujitos de primaria: No soy un amargado ni un maleducado; es que ni lo puedo evitar ni tengo por qué. Vamos a hablar claro de una vez: ¿Por qué si una persona es alérgica al polen, no se la obliga a estar en un parque en primavera y a joderse, pero cuando una persona tiene Déficit de Atención sí se siente forzada a recordar, cumplir, planificar, callarse, sentarse, organizarse, etc.? Me recuerda a la gente que sufre fobias. Si tienes colesterol, debes tratarlo porque es malo y estás enfermo, pero si tienes un pánico insoportable a -por ejemplo- los gatos… eres un tío raro con manías y tonterías.

¿Por qué unos casos son respetables y otros no? Cuando digo que tengo problema de atención, NO me refiero a que soy “despistado”. Cuando digo que soy hiperactivo, NO me refiero a que soy “inquieto”. No quiero sentirme orgulloso de ser TDAH. No me hace gracia ser TDAH. Si insisto en que la gente comprenda un poco mejor cómo funciona nuestro cerebro, es para ganar visibilidad y comprensión, exista una noción más cercana a la realidad sobre el Trastorno, y poco a poco existan avances científicos. Porque está claro que muchos médicos tienen mucho que aprender. No, señor psiquiatra, no necesito Rivotril y convertirme en un zombi, sino una observación rigurosa y un diagnóstico acertado. Y no puede haber diagnóstico acertado mientras haya psiquiatras, psicólogos y demás “expertos” que en realidad no saben cómo es vivir con TDAH. Así que por lo menos, intento contribuir a que parientes y amigos sí lo sepan, aunque sea por encima, y lo tengan en consideración.

Por eso escribo este blog. Porque me he dado cuenta de que la única forma de dar a entender el Trastorno es vivirlo e intentar explicarlo… todo lo mejor que el propio Trastorno me permita.

 

Fuente:

http://queteniaquehaceryo.wordpress.com/

Trastorno por Déficit de Atención: un tema de mujeres


DEFICIT DEATENCION INATENCION 000Los psicólogos en la investigación del trastorno de déficit de atención con hiperactividad luchan por dar a conocer la tendencia de género.

Nicole Crawford

Cuando el psicólogo y psicoterapeuta Stephen P. Hinshaw publicó dos estudios sobre el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niñas, en octubre pasado, la psicóloga y psicoterapeuta Kathleen Nadeau se sintió conmovida de que las mujeres y niñas con TDAH al fin empezaran a recibir atención prolongada de los investigadores.
"Hinshaw es uno de los primeros en estudiar sólo niñas", dice Nadeau del trabajo líder del autor, publicado en el Journal of Consulting and Clinical Psychology (Vol. 70, No. 5). "La mayoría de los pocos estudios principales existentes se ha enfocado en comparar a las niñas con los niños, utilizando los síntomas del TDAH de los niños como los marcadores con los que las niñas deben ser medidas".
Para Nadeau, la investigación de Hinshaw fue la reivindicación de su observación clínica de años: "las niñas experimentan problemas significativos que usualmente son menospreciados porque los síntomas de TDAH presentan muy poca similitud con los de los niños." También, ésta era una señal para ella, de la necesidad de presionar más para acentuar la alerta en las necesidades de las mujeres con el desorden. A través del apoyo y la investigación bibliográfica y en campo, Nadeau y un pequeño grupo de psicólogos están luchando para traer los temas del TDAH en mujeres, de los márgenes de la investigación al escenario central.
"Históricamente, la investigación de TDAH se ha enfocado casi exclusivamente a los niños pequeños con hiperactividad y sólo en los últimos seis o siete años se ha enfocado a adultos con TDAH", dice Nadeau, un experto en el trastorno en mujeres y director de los Servicios Psicológicos de Chesapeake de Maryland en Silver Spring. "Y el reconocimiento de las mujeres (con el trastorno), se ha retrasado mucho más".
De acuerdo con Nadeau, este reconocimiento rezagado de las niñas y mujeres se debe a criterios diagnósticos actuales-que parecieran más apropiados en hombres que en mujeres-y a patrones referidos de padres y maestros, motivado por los comportamientos más obvios y problemáticos de los hombres con TDAH. Algunos niegan que el trastorno exista en mujeres.
La educadora e investigadora educativa, la Dra. Jane Adelizzi, tiene la teoría que las mujeres con TDAH han sido durante mucho tiempo relegadas porque la hiperactividad normalmente no se presenta en las niñas que típicamente tienen el trastorno de déficit de atención, del tipo predominantemente inatento del TDAH. Para sus defensores, la línea base es ésta: las niñas con TDAH que no han sido diagnosticadas, arrastrarán sus problemas en la edad adulta y, sin tratamiento, sus vidas se desorganizarán.
"Las niñas con TDAH que no han sido tratadas corren el riesgo de sufrir baja autoestima, poca capacidad de logro, ansiedad, depresión, embarazos durante la adolescencia, y adicción al tabaco durante la secundaria y la preparatoria", según Nadeau.
Como adultas, corren el riesgo de "divorcio, crisis financieras, criar a hijos con TDAH como madres solteras, no completar la universidad, estar subempleadas, abusar de sustancias, sufrir desórdenes alimenticios y estrés constante debido a dificultades en el manejo de las demandas de la vida diaria-que inundan las dificultades de sus hijos, de los cuales, el 50% parecen sufrir TDAH también", agrega Nadeau.
"Las niñas con TDAH son un enigma -frecuentemente rezagadas, incomprendidas y acaloradamente debatidas", dice la Dra. Ellen Littman, una de las primeras psicólogas e investigadoras que se enfoca en las diferencias de género del TDAH y que apoya una revisión de la definición del trastorno.
La teoría de Littman asegura que las niñas con TDAH no son identificadas ni reciben apoyo pronto en la vida porque los patrones del TDAH en hombres han sido representados exageradamente en la literatura. "Como con todos los diferentes temas, el peligro radica en asumir que estos patrones más típicos son los que caracterizan a todos los niños con TDAH", dice Littman, quien se dedica a la práctica clínica en Mount Kisco, N.Y. "De ahí que, mientras esto parece información disponible en abundancia sobre el TDAH, podemos tener un sentido falso de que sabemos más sobre la experiencia de las niñas con TDAH de lo que en sucede en realidad".
Es necesario hacer más investigación de género en el TDAH por muchas razones, dice la Dra. Julia J. Rucklidge, asistente de profesor de Psicología en la Universidad de Canterbury en Christchurch, Nueva Zelanda y que ha estudiado el TDAH en mujeres canadienses. “No podemos asumir que lo que funciona para los hombres funciona para las mujeres. Las mujeres tienen diferentes niveles hormonales de influencia, de inicio, con los que se afecta grandemente su conducta”. Además, dice Rucklidge, las mujeres socializan de manera diferente y de ahí que tiendan a expresarse de manera diferente y son más susceptibles a problemas tales como la depresión y la ansiedad que, nuevamente, afectan su conducta. Esto sugiere que el TDAH “se manifestará y expresará por sí mismo de forma diferente en las mujeres”, dice. “Pero sólo la investigación será elocuente de manera definitiva. Mientras, estas son suposiciones en las que nos basamos”.
El factor de la maternidad
Muchas mujeres llegan al final de los 30 o principios de los 40 años antes de ser diagnosticadas con TDAH. “Uno de los caminos más comunes para que una mujer sea diagnosticada es que uno de sus niños sea diagnosticado. Ella empieza a educarse y reconoce los rasgos en ella”, dice Nadeau. “Estas mujeres [usualmente] se han hecho mayores” porque los niños son diagnosticados normalmente con TDAH entre la primera mitad de la primaria o los años sucesivos.
Las mujeres con TDAH típicamente tienen problemas con los retos de administración del tiempo, la desorganización crónica, sentimientos prolongados de tensión y de ser manipulada, dificultades con la administración del dinero; hijos y hermanos con TDAH, y una historia de ansiedad y depresión, dice Nadau, que no reconoció su propio TDAH hasta la edad media y tiene una hija y un hermano con esta condición.
El trastorno normalmente se trata con una combinación de medicación estimulante y psicoterapia centrada en el TDAH, “que es muy estructurada, orientada hacia resultados y utiliza muchas técnicas de entrenamiento, así como técnicas estándar de psicoterapia”, dice Nadeau. “Las mujeres, más que los hombres con TDAH, tienen baja autoestima, y esto necesita ser atendido como uno de los puntos centrales de la terapia”, agregó.
Muchas de las mujeres que asisten a la consulta clínica y neuropsicológica del Dr. Mitchell Clionsky para hacerse pruebas sobre el TDAH encajan en el perfil típico. Una paciente de 42 años de edad, que el doctor diagnosticó con TDA, fue referida por un psiquiatra que la atendía por un cuadro depresivo. Tenía problemas maritales y baja autoestima, dice Clionsky, el cofundador del Centro de TDA del Western Massachussets en Springfield. Desde la infancia, la paciente había pensado que era floja e irresponsable porque no completaba las tareas que iniciaba. Una “mujer muy brillante” que terminó la carrera universitaria en pocos años y “probablemente hubiera hecho mucho más si hubieran identificado su problema antes”, dice.
La tragedia es que “estas personas obtienen logros significativamente por debajo de sus capacidades y (quienes) terminan en el camino de la depresión, principalmente como resultado de los fracasos de la vida”, dice Clionsky. “Es como si corrieran la carrera de la vida con zancos en las piernas”.
Investigación pionera
Algunos psicólogos están escribiendo la literatura de las mujeres que sufren TDAH. Julia Rucklidge empezó a estudiar el área mientras hacía un doctorado en psicología en la Universidad de Calgary, en Alberta, Canadá. “Cuando inicié en 1995, había muy poca investigación en poblaciones adultas (y) tal vez uno o dos estudios que se ocupaban específicamente de mujeres con TDA”, dice.
Rucklige y su colega, la Dra. Bonnie Kaplan, estudiaron a 102 mujeres entre los 26 y los 59 años, con una edad media de 41. La mitad de las mujeres entrevistadas tenían TDAH, contra la otra mitad, que no presentaba el trastorno. Todas las mujeres tenían un hijo con TDAH. De ahí que todos los sujetos pudieran ser relacionados con los factores estresantes comprometidos en criar a un hijo con este trastorno.
Los descubrimientos de Rucklidge, publicados en el Journal of Attention Disorder (Vol. 2, No. 3) y en el Journal of Clinical Psychology (Vol. 56, No. 6), arrojaron luz en las experiencias de mujeres diagnosticadas en la edad adulta:
* Las mujeres con TDAH dan la impresión de tener un “estilo aprendido incapaz” de responder a situaciones negativas que aquéllas que no presentaban el trastorno y tendían a culparse por las cosas malas que les sucedían.
* Las mujeres con TDAH tiendían a creer que no podían controlar los resultados de los eventos cotidianos, lo que resulta en un círculo vicioso, reporta Rucklidge. “Una mujer con TDAH es menos propensa a esforzarse para terminar las tareas que le representan retos porque piensa que no tiene la fuerza para cambiar los resultados negativos. Al darse por vencidas, una vez más, confirman la idea de que son incapaces de llevar a cabo las tareas cotidianas”, dice.
* Las mujeres con TDAH también reportaban historias de depresión y ansiedad. Asimismo, habían estado en tratamiento psicológico más frecuentemente y habían recibido más medicación del tipo psicotrópico que las que no presentaban TDAH.
La investigación de Jane Delizzi exploraba un área raramente explorada del TDAH: su similitud con el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Tres de sus estudios contemplaban a mujeres diagnosticadas con problemas de atención y aprendizaje que también mostraban síntomas de TEPT como resultado de la experiencia traumática dentro del salón de clases. Ella lo define como un evento externo o estresante significativamente incómodo que ocurre dentro de los límites de un ambiente educacional y que es de naturaleza psicológica.
“Como resultado del trauma dentro del salón de clases durante un lapso de años, algunas mujeres desarrollan una serie de síntomas reconocibles por algunos profesionales como síntomas de estrés postraumático”, reporta Adelizzi, coordinadora del Centro de Adultos, del Programa para el Avance en el Aprendizaje en el Curry Collage, en Milton, Massachussets. “Estos síntomas son similares, también, a los comportamientos y síntomas del TDAH”.
No siempre resulta muy claro decir qué fue primero, si los síntomas de estrés postraumático, los síntomas de TDAH o el trauma, dice Adelizzi. Pero, argumenta, estos síntomas de TDAH en las mujeres no pueden ser evitados sin considerar el pánico y la ansiedad coexistentes que pueden detonar muchos años después; si, por ejemplo, deciden no regresar a la escuela.
'Apoyo al filo de la navaja'
Para favorecer más estudios de género, estos psicólogos utilizan un rango de foros para hacer conciencia del TDAH en las mujeres. En conjunto con la pediatra Patricia Quinn, Nadeau recientemente fundó el Centro Nacional de Estudios de Género y TDAH (NCGI, por sus siglas en inglés: Nacional Center for Gender Sigues and ADHD) para dar a conocer e investigar el trastorno en mujeres (
www.addvance.com/ADDvance/NCGI.htm). Nadeau y Quinn desarrollaron también Advantage Books, una publicación especializada en TDAH y han coeditado diversos volúmenes en temas de TDAH en niñas y mujeres (vea Further Reading). Nadeau también es editora de ADDvance Online News, una publicación virtual mensual del NCGI.
“Estamos dando apoyo al filo de la navaja”, dice Nadeau, que ha dictado conferencias sobre este tema a nivel nacional así como en Noruega, Japón, Puerto Rico y Alemania y que ha discutido el tema en medios masivos, incluyendo a la cadena NBC en “Today Show”.
Tejer redes es también un trabajo crucial para el trabajo de apoyo de Nadeau. Ha formado alianzas con grupos de TDAH nacionales que incluyen a la Asociación del Trastorno de Déficit de Atención y Niños y Adultos con Trastorno de Déficit de Atención con y sin Hiperactividad.
Desde 1990, Adelizzi ha manejado grupos de apoyo para mujeres con TDAH y otras fallas en la capacidad de aprendizaje, que asisten a la universidad. También dicta seminarios y ha desarrollado dos programas certificados para los profesionales que trabajan con mujeres con trastornos de atención y otros. Además, continúa estudiando a estas mujeres y últimamente se ha interesado por observar cómo se expresan las mujeres a través del arte.
Además, Littman y Nadeau están favoreciendo los cambios que deberá hacerse a la siguiente edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual for Mental Disorders, DSM).
“Espero que los psicólogos, especialmente aquéllos que se especializan en temas del TDA, jueguen un papel activo en el apoyo para criterios diagnósticos más apropiados para adultos y, especialmente, para mujeres antes de que salga el DSM-V”, dice Nadeau. “Espero que tales temas sean tratados en la (próxima) convención de la APA de modo notable; la vida de muchas personas está en juego”.

TRADUCCIÓN VOLUNTARIA DE LISA WARN

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Los trastornos del desarrollo en la escuela

 

Los trastornos del desarrollo en la escuelaAmable Manuel Cima, profesor de la Universidad CEU San Pablo, apunta la necesidad de una mejor formación de los profesionales de la salud y educación para tratar este problema

 

La imagen social y la adaptación escolar de los niños con trastornos del desarrollo en la escuela debe mejorarse, pues aún subsisten estereotipos sociales y educativos que los definen como «minusválidos», sin tener en consideración la multiplicidad de tipos de trastornos del desarrollo existentes y el alto potencial de mejora que muestran estos niños y sus familias.

Asimismo, es necesaria una mejor y más profunda formación de los profesionales de la salud y la educación, pues a la hora de establecer diagnósticos ciertos de algunos de los trastornos pueden llegar a pasar años desde la primera consulta. Baste como ejemplo que para diagnosticar con certeza el síndrome de Asperger, un tipo de trastorno del espectro autista, pueden llegar a pasar más de dos años desde el momento en que la familia observa que algo no va bien en el desarrollo del niño.

Por ello, también es muy importante la información que reciben las familias, no sólo de los profesionales, sino desde los mismos medios de comunicación, los cuales pueden actuar como elementos decisivos de prevención primaria de salud cuando ofrecen información y formación contrastada, veraz y ajustada a la población general.

Finalmente, es también muy importante la optimización de los recursos existentes por medio de la formación de equipos multidisciplinares en los procesos diagnósticos y de intervención. Se deberían establecer canales fluidos de información entre los Servicios de Salud (médicos de familia, psicólogos clínicos y otros especialistas), los centros escolares (maestros y orientadores) y otros profesionales (terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, auxiliares educativos, etc.) con el objetivo principal de establecer diagnósticos ciertos en el menor tiempo posible, así como planificar actividades de intervención educativa, familiar y social que mejoren realmente el estatus escolar del niño y su calidad de vida asociada, y proveer de herramientas conductuales y afectivas a las familias para enfrentarse emocionalmente a estos diagnósticos y aprender a relacionarse con sus hijos desde esta nueva perspectiva.

Estas son las principales conclusiones presentadas en el IV Congreso Internacional de Orientación Psicoeducativa, que ha tenido como eje central «Los trastornos del desarrollo en la escuela: abordaje biopsicosocial», y en el que han participado congresistas de diferentes formaciones y ámbitos de trabajo.

Fuente:

http://www.abc.es/

El cerebro de niños con TDAH es diferente

 

Actividad metabólica cerebral en personas sin TDAH (izquierda) y con él (derecha). Fuente: Wikimedia Commons.Actividad metabólica cerebral en personas sin TDAH (izquierda) y con él (derecha). Fuente: Wikimedia Commons.

Investigadores de la Universidad de Cardiff han conseguido establecer, por vez primera, las diferencias genéticas que presentan niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) con respecto a niños que no padecen este trastorno I Los científicos esperan que esta constatación de la relación entre genética y TDAH permita evaluar clínicamente con rigurosidad una condición muy prevalente en niños y jóvenes, así como ayudar a superar su estigma.

 

Por Yaiza Martínez

Una investigación realizada por un equipo de científicos de la Universidad de Cardiff, en Gales, ha constatado por vez primera una condición genética directamente relacionada con el llamado trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
En su estudio, los investigadores descubrieron, en concreto, que los niños que padecen TDAH son más propicios que otros niños a tener duplicados pequeños segmentos de su ADN o a carecer de dichos fragmentos.
Por otro lado, los investigadores constataron una significativa imbricación entre dichos fragmentos de ADN, conocidos como “variantes de número de copias” (CNVs), y otras variantes genéticas relacionadas con el autismo y la esquizofrenia.
Todos estos hallazgos evidencian, según ellos, que el TDAH es un trastorno del desarrollo neurológico o, en otras palabras, que los cerebros de niños con TDAH son diferentes a los cerebros de otros niños.

Trastorno muy prevalente
La profesora Anita Thapar, directora de la investigación, espera que la constatación de la causa genética del trastorno por déficit de atención con hiperactividad “ayude a superar el estigma social asociado al TDAH”.
Según declara la investigadora en un comunicado de la Universidad de Cardiff: “Demasiado a menudo, la gente cree que este trastorno es causa de una mala educación o de una dieta pobre. Ahora se puede afirmar con confianza que el TDAH es una enfermedad genética, y que los cerebros de los niños que padecen esta condición se desarrollan de manera distinta”.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un trastorno muy prevalente cuya sintomatología se caracteriza por la distracción de moderada a severa, periodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.
El TDAH se da con mayor frecuencia en varones que en niñas, pero su incidencia no presenta diferencias entre diversas áreas geográficas, grupos culturales o niveles socioeconómicos.
Actualmente, se estima que el TDAH afecta a entre un 5% y un 10% de la población infantil y juvenil, y que representa entre el 20% y el 40% de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil.
A pesar de la expansión de este trastorno, hasta ahora no se habían recopilado evidencias directas de que esta condición fuera genética, y existía una gran controversia sobre sus causas.

Relación con otras enfermedades
En el estudio realizado, Thapar y sus colaboradores analizaron el genoma de un total de 366 niños, todos ellos diagnosticados clínicamente con TDAH, en comparación con otras 1.000 muestras de control, para tratar de establecer qué variaciones en la constitución genética eran las más comunes en niños con TDAH.
De esta forma, se descubrió que los niños con este trastorno presentan una tasa significativamente mayor de segmentos de ADN duplicados o ausentes, en comparación con otros niños.
Los científicos constataron, concretamente, que los CNVs atípicos eran casi el doble de comunes en niños con TDAH que en la muestra de control, e incluso más del doble de comunes en el caso de niños con dificultades de aprendizaje.
Asimismo, el análisis permitió establecer una clara relación genética entre las variaciones en la presencia o ausencia los segmentos CNVs relacionados con el TDAH y otros trastornos cerebrales.
Por último, también se constató una relación significativa entre los CNVs identificados en niños con TDAH y regiones del genoma que se sabe influyen en la susceptibilidad al autismo y a la esquizofrenia.

Evaluación clínica rigurosa
La imbricación genética más importante fue descubierta en una región particular del cromosoma 16 que había sido vinculada anteriormente con la esquizofrenia y otros trastornos psiquiátricos severos, y que abarca a una serie de genes entre los que se encuentra uno que juega un papel clave en el desarrollo del cerebro.
En lo que se refiere a la relación entre el autismo y el TDAH, los investigadores explican que, aunque estos dos trastornos se dan por separado completamente, lo cierto es que existen ciertas concomitancias entre ellos en lo que a sintomatología y dificultades de aprendizaje se refiere.
La investigación sugiere que dichas concomitancias podrían explicarse desde el punto de vista genético y que, por tanto, habría una base biológica compartida por ambas condiciones.
Todos estos descubrimientos ayudarán a entender los cambios cerebrales que provocan el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, explican los científicos.
De momento, se puede afirmar que el TDAH no se produce por un cambio genético sencillo, sino que más bien es consecuencia de diversos cambios genéticos, incluyendo los cambios en los CNVs fruto de la relación del niño con su entorno.
Los investigadores afirman, asimismo, que el conocimiento de las diferencias genéticas constatadas permitirá diagnosticar el TDAH, a partir del análisis de los CNVs identificados. Esto supone contar con una herramienta de evaluación clínica rigurosa de este trastorno.

Contaminación y TDAH
Anteriormente, el TDAH había sido relacionado con otras causas. En 2009, por ejemplo, científicos coreanos estudiaron la vinculación del trastorno por déficit de atención con hiperactividad con la concentración de ftalatos (compuestos químicos de uso muy extendido, presentes en muchos productos del mercado, como juguetes, productos de limpieza, plásticos y cosméticos) en la orina de niños.
Entonces comprobaron que, cuanto más altos eran los niveles de estos compuestos en la orina de los pequeños, mayores síntomas presentaban éstos de hiperactividad.
Por otra parte, hace unos años, la organización WWF advirtió de la peligrosidad para el desarrollo cerebral de los niños europeos de los productos químicos que componen los elementos de nuestra vida cotidiana. Los científicos demostraron en un informe que ciertos rasgos como el autismo, la hiperactividad o la incapacidad de concentración aumentan año tras año en los niños, como consecuencia de su exposición a estos elementos.

Fuente: (Infancia Hoy) http://www.infanciahoy.com/index.asp