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Los problemas de lenguaje son comunes en los niños con TDAH

 

lenguajeLos niños que sufren trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) tienen casi 3 veces más probabilidades de sufrir problemas de lenguaje que los niños que no tienen el trastorno, según una nueva investigación. Y esas dificultades lingüísticas pueden tener consecuencias académicas de largo alcance.

El estudio, publicado en la revista Pediatrics, observó a niños de 6 a 8 años con y sin TDAH en Australia. “Descubrimos que el 40 por ciento de los niños del grupo del TDAH tenían problemas de lenguaje, en comparación con el 17 por ciento del grupo de ‘control’”, señaló Emma Sciberras, psicóloga clínica e investigadora postdoctoral en el Instituto de Investigación Pediátrica Murdoch, en Victoria, Australia. “Las tasas de problemas del lenguaje eran parecidas en los chicos y las chicas con TDAH”, añadió.

Los niños con TDAH normalmente tienen problemas con el rendimiento escolar y la socialización. El impacto que los problemas de lenguaje podrían tener en estos factores no se han estudiado bien, indicaron los autores del estudio.

“Las diferencias en el rendimiento académico entre los niños con TDAH y problemas del lenguaje, en comparación con los que solo tienen TDAH, eran muy grandes y clínicamente significativas”, dijo Sciberras.

Los problemas de lenguaje se refieren al lenguaje hablado, tanto al lenguaje receptivo como al expresivo. El lenguaje receptivo es la capacidad de escuchar y comprender lo que se ha dicho; el expresivo es la capacidad de hablar y de que los demás comprendan.

El estudio sobre el lenguaje contó con 179 niños a los que habían diagnosticado TDAH y con 212 sin el trastorno de atención. Menos de la mitad de los niños con TDAH estaban tomando medicamentos como ayuda para controlar sus síntomas.

Después de tener en cuenta los factores sociodemográficos y otras afecciones, como los trastornos del espectro autista, los investigadores descubrieron que el riesgo de tener problemas de lenguaje era 2.8 veces más alto en los niños con TDAH.

Cuando los investigadores observaron cómo estos problemas del lenguaje afectaban al trabajo escolar, hallaron unas puntuaciones más bajas en matemáticas, lectura y académicas.

No obstante, los investigadores no hallaron que los problemas del lenguaje tuvieran un impacto en la socialización.

“Nos sorprendió que los problemas del lenguaje no estuvieran asociados con una conducta social más deficiente en los niños con TDAH”, dijo Sciberras. “Podría ser que los niños con TDAH ya tengan una conducta social más deficiente debido a otros factores, incluyendo los síntomas de su TDAH u otras dificultades asociadas”.

Pero Sciberras advirtió que los problemas de lenguaje podrían complicarse más a medida que estos niños crecen porque las relaciones sociales se hacen más complejas con la edad.

 

Fuente: Pediatrics (noticia completa), a través de http://consumer.healthday.com/

Avances En El Diagnóstico Y La Subclasificación Del Trastorno Por Déficit De Atención/Hiperactividad: Qué Puede Pasar En El Futuro Respecto Al DSM-V

m DSM VR.A. Barkley

Profesor de psiquiatría. Universidad Médica de Carolina del Sur. Charleston, SC.

Profesor investigador de psiquiatría. Universidad Médica The

Suny Upstate. Siracusa, Nueva York, Estados Unidos.

Correspondencia.

Russell A. Barkley, Ph.D. 1752 Greenspoint Ct. Mt. Pleasant, SC 29466 USA.

E-mail: russellbarkley@earthlink.net

 

Resumen.

Introducción y objetivos.

Se han identificado una serie de problemas mediante la investigación y la práctica clínica con los criterios actuales del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición (DSM-IV), para el diagnóstico del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH). Este artículo analiza algunas de estas cuestiones, junto con posibles soluciones a tener en cuenta en la construcción de los criterios para el DSM-V.

Desarrollo.

Se tratan cuestiones relacionadas con la longitud de las listas de síntomas y cómo conceptualizar mejor los constructos neurofisiológicos que representan, los diversos umbrales del desarrollo para el diagnóstico de los adultos frente a lo niños y los adolescentes, los criterios de la edad de inicio, los problemas relacionados con el enfoque actual que se da a la subclasificación y el desarrollo de nuevos aspectos para la fase adulta del trastorno, así como otras cuestiones relacionadas con el esfuerzo continuado para analizar y revisar los criterios del DSM para el TDAH como una función de la investigación empírica en curso.

¿CÓMO DEBERÍA SUBCLASIFICARSE EL TDAH?

Las revisiones de las publicaciones médicas sobre los subtipos de TDAH cuestionan la utilidad clínica del enfoque del DSM-IV que se da a los subtipos en el que las dos dimensiones de los síntomas de HI y de DA se utilizan para crear tres subtipos de TDAH. La existencia del tipo C no está en cuestión, ya que representa el TDAH tal como ha sido conceptualizado por los investigadores y los médicos durante al menos los 40 años anteriores, y en el que se cree que coexisten los síntomas de déficit de atención, impulsividad e hiperactividad.

Se han hallado pocas diferencias entre este tipo C y los tipos clasificados como HI, excepto que a menudo se encuentra que este último grupo es más joven y tiene menos síntomas graves y déficit relacionados que el tipo C. Pero esto era de esperar, dado que los síntomas de HI aparecen antes que los síntomas de DA en el curso natural del TDAH y su tipo C. Estos hallazgos sugieren que es probable que el tipo HI sea un precursor del desarrollo al tipo C, y que los investigadores que estudian el tipo HI sencillamente han captado a niños pequeños que, finalmente, pasarán a cumplir los requisitos del tipo C ó que puede que sólo les falte uno o dos síntomas para ello. Este último grupo de niños se conceptualiza mejor como formas más leves o subumbrales simplemente del tipo C, y no como algún tipo de trastorno cualitativamente diferente.

Los niños que cumplen los requisitos para el tipo DA parece que representan un grupo heterogéneo de niños, algunos de los cuales son niños más mayores del tipo C que simplemente han dejado atrás algunos síntomas de HI, pero suficientes para no cumplir ya el umbral de los seis síntomas de HI como para permanecer en el tipo C. Los estudios demuestran que los síntomas de hiperactividad disminuyen mucho más deprisa con la edad que los síntomas del déficit de atención, lo que posibilitará que muchos niños del tipo C pierdan, finalmente, algunos síntomas de hiperactividad, de tal forma que ya no puedan seguir clasificados como tipo C bajo las actuales reglas de decisión del DSM-IV. Pero no hay ninguna razón para que dichos niños deban ser reclasificados en un tipo diferente de TDAH en virtud, simplemente, del hecho de cumplir años y seguir lo que parece ser la evolución natural del desarrollo para el tipo C. En este tipo DA, también se incluirá a los niños a los que sólo les falta uno o dos síntomas para cumplir los requisitos del tipo C y que, de este modo, se podrían conceptualizar mejor como versiones inciertas, leves o subumbrales del tipo C y no como un tipo de trastorno cualitativamente diferente. Después de todo, nadie ha presentado argumentos convincentes de que los niños con seis síntomas de déficit de atención y cinco de la lista de HI (para un total de 11 síntomas) sean cualitativamente diferentes de los que tienen seis síntomas de DA y seis de HI (para un total de 12).

Sin embargo, las reglas de decisión del DSM colocarían a los primeros en el tipo DA y a los últimos en el tipo C. Ahora parece que aproximadamente el 30-50% de los niños situados en el tipo DA puede constituir un tipo separado de TDAH o incluso un trastorno aparte. Estos niños, que ahora se describen como representantes de un tiempo cognitivo lento, manifiestan problemas cualitativamente diferentes con la atención (distraído, sueña despierto, se pone nervioso con frecuencia, se confunde con facilidad, etc.), en vez de sobreactividad (letargo, lentitud, se mueve de forma lenta, etc.), proceso lento de la información, aislamiento social, un riesgo posiblemente mayor de sufrir ansiedad y, quizá, un respuesta reducida a los estímulos. Desde luego, este grupo es merecedor de un estudio adicional en calidad de un tipo de TDAH cualitativamente diferente o, más probablemente, en calidad de un trastorno totalmente diferente. La última afirmación se funda en la premisa actual de que el TDAH es, en gran medida, un trastorno de la inhibición y en que estos niños con tiempo cognitivo lento no poseen tales déficit. Por lo tanto, se anima al grupo de trabajo del DSM-V a examinar más de cerca este subconjunto de niños con déficit de atención, así como la mejor ubicación para ellos en la taxonomía del DSM-V.

A diferencia del enfoque del DSM-IV, algunos investigadores han alegado que el TDAH podría subclasificarse mejor sobre la base de algunos de sus trastornos concomitantes, como trastorno de la conducta, ansiedad, depresión o trastorno bipolar.

La investigación disponible parece sugerir que el TDAH con trastorno de la conducta constituye un trastorno más grave que tiene una evolución, un patrón de antecedentes familiares, unas respuestas psicológicas y otras características diferentes de las que se encontrarían si simplemente ambos trastornos coexistieran juntos. Los signos parecen mucho menos seguros como para constituir subtipos basados en la ansiedad, la depresión o el trastorno bipolar.

Conclusiones.

El presente artículo plantea brevemente una serie de cuestiones que requiere atención por parte de varios grupos de trabajo encargados de crear los criterios de diagnóstico del DSM-V para el TDAH.

Estas cuestiones incluyen:

  • ¿Es necesario utilizar dos listas de síntomas y umbrales de diagnóstico separados o funcionaría igual de bien una única lista de síntomas y un solo umbral?
  • ¿Puede reducirse la lista de síntomas para una mayor eficacia eliminando los elementos redundantes y centrándose en aquellos elementos que proporcionan varianza única a la discriminación de los grupos de TDAH de otros trastornos y muestras de población general?
  • ¿Deberían usarse umbrales diferentes para el diagnóstico de distintas etapas del desarrollo (infancia, adolescencia y edad adulta) para mejorar la detección y precisión del diagnóstico?
  • ¿Está la lista de síntomas de la HI demasiado cargada con síntomas de hiperactividad, lo que tiene como resultado su pérdida de sensibilidad para el diagnóstico del trastorno con la edad?
  • ¿Hay disponibles mejores síntomas para el diagnóstico de la fase adulta del TDAH que los del DSM-IV designados en y para niños?
  • ¿A qué se refiere específicamente el término ‘alteración’ y contra qué estándar se debe evaluar (CI, pares altamente especializados, la población media o normal)?
  • ¿Se debería ampliar la edad de inicio para incluir a la adolescencia (hasta la edad de 16 años)?
  • ¿El enfoque del DSM-IV que se da a la subclasificación proporciona el medio más útil clínica y científicamente para subclasificar el trastorno o se pueden especificar mejores subtipos basados, quizá, en la concomitancia (por ejemplo, TDAH + trastorno de la conducta)?

Fuente:

http://www.invanep.com/es/

Descubren el mecanismo “anti distracciones” del cerebro

 

distracionInvestigadores de la Universidad Simon Fraser (Canadá) han identificado una actividad específica del cerebro que nos ayuda a evitar distraernos y a concentrarnos en tareas concretas. Este descubrimiento podría llevar a nuevos enfoques en la comprensión y tratamiento del trastorno de atención por hiperactividad (TDAH).
Determinados factores ambientales y/o genéticos podrían dificultad o suprimir dicha actividad cerebral, favoreciendo así el TDAH y otros trastornos asociados a la falta de atención.

Descartar estímulos irrelevantes.

El estudio, publicado por Journal of Neuroscience, sería el primero en afirmar que nuestro cerebro emplea un mecanismo de supresión activa para evitar ser distraído por información irrelevante cuando estamos tratando de concentrarnos en una cuestión o tarea particular. El autor principal del estudio ya había descubierto la existencia de un índice de supresión neural específico en 2009; no obstante, era poco lo que se sabía sobre cómo nos ayuda a ignorar distracciones visuales. Se trataría de un descubrimiento de importancia para neurólogos y psicólogos, pues hasta ahora las teorías en vigor sobre los procesos de atención se centraban sobretodo en procesos cerebrales para seleccionar lo más relevante en un campo visual. “Nuestros resultados”, afirman los autores, “muestran claramente que estos mecanismos eran tan sólo una parte de la ecuación, y que la supresión activa de los objetos irrelevantes son otra parte importante”.

El estudio se basó en tres experimentos en los que 47 estudiantes (edad media: 21 años) realizaron una serie de test que ponían a prueba su atención visual. Los investigadores estudiaron sus procesos neuronales asociados a atención, distracción y supresión de estímulos irrelevantes recogiendo señales eléctricas del cerebro por medio de un casco dotado de sensores.

Dada la proliferación de dispositivos electrónicos de todo tipo que nos pueden distraer, los psicólogos comentan que este descubrimiento podría ayudar a científicos y a profesionales médicos a tratar mejor a sujetos con déficits de atención provocados por distracciones. Por otra parte, las distracciones son una causa principal de muertes y lesiones graves en accidentes de tráfico, y los nuevos productos de electrónica de consumo están diseñados para captar la atención. Asimismo, trastornos asociados a déficits de atención, como sería el caso del TDAH o de la esquizofrenia, podrían deberse más a dificultades para suprimir estímulos irrelevantes que a dificultades para seleccionar los estímulos que sí que son importantes.

Los investigadores planean a continuación comprender cómo evitamos las distracciones: cuándo y cómo no podemos ignorar elementos que pueden distraernos, y si hay personas que son mejores que otras en esta tarea. Por el momento los resultados indicarían que la capacidad de atención declina con la edad, y que las mujeres son mejores que los hombres en ciertas pruebas de atención visual.

Fuente:

http://www.medicina21.com/