Traductores

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German temas para windows Spain cartas de presentación Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Diagnóstico de TDAH y… ¿Ahora qué?

 

Mª Pilar Ruiz Carbonell

Diagnóstico de TDAH y… ¿Ahora qué?

Existe en la actualidad un gran número de información respecto a las características y definiciones para la descripción del comportamiento en los niños diagnosticados con TDAH, que en la actualidad es uno de los trastornos neuroconductuales más frecuentes en la infancia; y porque a pesar de los estudios, las investigaciones y el elevado número de diagnósticos hay un gran porcentaje de niños que no responden al tratamiento o solo se cubren algunos aspectos de la sintomatología…

Como terapeutas ocupacionales vamos a valorar al niño de forma global, vamos a estudiar el diagnóstico, en este caso Trastorno por déficit de atención e Hiperactividad, ya que este nos dará una idea de la sintomatología asociada y de las principales áreas o funciones afectadas, pero también vamos investigar las causas subyacentes al comportamiento del niño en particular, queremos investigar por qué el niño tiene estas conductas “inapropiadas” o desadaptadas que no le están permitiendo responder de una forma adecuada o llevar a cabo sus ocupaciones. Además queremos saber en qué contexto familiar y social vive el niño, como se estructura su día a día, sus rutinas, su grado de autonomía, sus ocupaciones, como son sus relaciones sociales…, ya que todo ello afectará al desarrollo del niño y será clave a la hora de establecer objetivos realistas y significativos adaptados a las necesidades del niño y su familia, e incluir a esta como parte activa y vital en el tratamiento.

Aunque cada vez nos llegan a edades más tempranas, normalmente los niños diagnosticados con TDAH llegan a nosotras cuando los retos y responsabilidades a nivel académico y escolar se hacen mayores y el niño no puede adaptarse a estas exigencias, es incapaz de permanecer sentado durante la jornada, molesta a los compañeros, interrumpe las clases, no termina las tareas, tiene dificultad para seguir las explicaciones de la profesora, tiene dificultad para comprender y aprender conceptos nuevos, tiene dificultad para relacionarse con los compañeros o participar en juegos de equipo, es desordenado y brusco…y comienza a ser tildado o etiquetado de “molesto”, “rebelde”, “malo”. Sin embargo desde mi convicción como terapeuta ocupacional pediátrica, creo que tenemos el deber de ir más allá, por qué este niño busca movimiento constantemente, por qué, aunque sé que oye perfectamente, a veces parece no oír lo que le digo, por qué al jugar es brusco, rompe sus juguetes, quiere imponer sus normas, nos es capaz de esperar su turno o se molesta fácilmente en los juegos grupales y de cooperación, por qué no le agrada que le acaricien y sin embargo él/ella abraza con fuerza, choca, empuja o toca a los demás hasta el punto de molestar, por qué a veces parece tranquilo y sin motivo aparente se altera fuertemente y no puede controlar su comportamiento ni verbalizar sus emociones y sobre todo, por qué a pesar de ser un niño servicial, inteligente, alegre, motivado, activo… constantemente se muestra apático, frustrado, desmotivado…y esto está afectando profundamente a su desarrollo, su madurez, su autoestima y su bienestar.

Como Terapeutas ocupacionales vamos a valorar el desarrollo y el funcionamiento del niño desde diferentes enfoques y marcos teóricos, gracias a los avances en investigación y los estudios neurocientíficos sabemos que un alto porcentaje de niños diagnosticados de TDAH tienen dificultades para procesar, modular e integrar la información sensorial, cuando esto ocurre vamos a evaluar cómo el niño está percibiendo estos estímulos y relacionar de este modo los problemas funcionales, con las conductas, dificultades y necesidades del niño, y todo ello con el funcionamiento a nivel del sistema nervioso central.

Si hablamos de una forma global, los principales patrones que normalmente están asociados al diagnóstico de TDAH (luego en la clínica es muy importante considerar al niño en su individualidad, como hemos apuntado anteriormente) son los siguientes:

Lo que más caracteriza al niño hiperactivo es el exceso de movimiento, lo cual puede deberse a diversas causas, dicho exceso de movimiento puede ser por un déficit en los sistemas vestibular y propioceptivo, responsables en gran parte del control postural, lo que hace que al niño le cueste mantener su cuerpo erguido contra la gravedad y busque continuamente apoyos de un modo u otro. Algunos niños son hipersensibles a los olores y ruidos ambientales provocándoles una alteración en el comportamiento y el nivel de alerta. Para algunos niños la proximidad de los compañeros, los materiales plásticos, la ropa… puede ser una constante fuente de tensión.

Por lo tanto una vez evaluado y comprendido las necesidades y el perfil del niño, establecemos objetivos adaptados a las necesidades individuales donde la familia y el entorno van a ser claves.

La familia va a supervisar la evolución del niño, será la encargada de fomentar, reforzar y apoyar el trabajo indicado por la terapeuta; en nuestro caso en particular, un vez conocemos al niño (sus gustos, motivaciones, intereses, habilidades y destrezas, así como sus necesidades y dificultades) establecemos, junto con la familia, una Dieta Sensorial.

Al igual que nuestro cuerpo necesita nutrientes para mantenernos fuertes y sanos, nuestro sistema nervioso necesita nutrirse sensorialmente; de este modo vamos a planificar la rutina diaria del niño para que durante la jornada pueda ir obteniendo aquellos estímulos que necesita para funcionar de forma correcta, permitiéndole al niño responder de forma adaptada a las demandas del entorno y llevar a cabo sus ocupaciones con éxito y satisfacción.

Ejemplo: por la mañana despertamos al niño suavemente, le pedimos que nos ayude a preparar el desayuno (puede exprimir las naranjas para el zumo, untar la mantequilla en las tostadas crujientes y llevar la bandeja hasta la mesa, con el fin de aportarle input propioceptivo calmante y que ayuda a su cuerpo a “despertar”), antes de vestirnos haremos una pequeño masaje de tacto profundo, para ayudar al niño a tolerar los estímulos táctiles (ropa, contacto con los compañeros, materiales plásticos en la escuela…), si tenemos oportunidad iremos paseando hasta la escuela, dando al niño la oportunidad de moverse, ya que durante la jornada escolar permanecerá mucho tiempo sentado o en un espacio reducido.

Por la tarde al salir de la escuela, ofreceremos al niño actividades móviles, ir en bici, patinar, correr, trepar…y prepararemos una merienda que incluya alimentos crujientes y masticables, de este modo estaremos preparando al niño para regresar a casa y hacer las tareas escolares. Antes de irnos a dormir evitaremos ver la televisión o jugar con el ordenador, podemos en este momento preparar un baño relajante, hacer un pequeño masaje, escuchar un poco de música, leer un cuento, ya que queremos, progresivamente, reducir el nivel de alerta y actividad del niño.

En niños de edad escolar vamos a coordinar nuestra intervención, con los responsables de la educación académica del niño; el niño pasa muchas horas en la escuela y este debe ser un entorno agradable y motivante que fomente el aprendizaje.

En muchas ocasiones los niños diagnosticados de TDAH no logran adaptarse a la rutina escolar y/o los profesionales que trabajan con él no saben muy bien como potenciar las habilidades y destrezas del niño y únicamente quedan en evidencia los problemas de conducta o las dificultades del mismo. En este momento vamos a evaluar los problemas funcionales que están afectado al aprendizaje del niño, qué áreas, actividades o comportamientos presentan mayor dificultad y las causas de los mismos, y adaptaremos las actividades, pactaremos con los responsables tiempos de descanso (sobretodo encaminados a predecir el estado del niño y anticipar nuestra respuesta para evitar la sobrecarga del niño), explicaremos las necesidades sensorio-motoras del niño y como incluir en la dinámica del aula tareas que le permitan obtener este tipo de estímulos que el niño NECESITA.

COMO ADULTOS TODOS REALIZAMOS ACTIVIDADES QUE NOS MOTIVAN, QUE SON FRUTO DE NUESTRA ELECCIÓN Y QUE NOS PROPORCIONAN PLACER Y SATISFACCIÓN…BRINDEMOS A TODOS LOS NIÑOS LA OPORTUNIDAD DE MOSTRARNOS SU ESENCIA COMO SERES ÚNICOS Y PARTICULARES, FOMENTEMOS SUS HABILIDADES, SU INQUIETUD POR DESCUBRIR, EXPLORAR Y MOVERSE Y ACOMPAÑEMOLOS EN EL MARAVILLOS VIAJE DEL DESARROLLO.
MªPILAR RUIZ CARBONELL
TERAPEUTA OCUPACIONAL
CENTRO DE TERAPIA OCUPACIONAL PEDIÁTRICA SENTITS
http://www.uakix.com/

2 comentarios:

Programa de Desarrollo Psicosocial dijo...

Muy bueno, me encantó este artículo! Saludos Manuel

Vagabundo dijo...

Gracias Carmen y disculpa por mi tardanza en responderte pero como viene siendo habitual estoy muy liado. Un abrazo :-)