El 77% de las causas del TDAH son genéticas por lo que los expertos piden que los recursos se centren en las causas y no en las consecuencias, aparte de ser necesario mejorar el diagnóstico y su seguimiento y la introducción de medidas específicas en las escuelas.
Eva Sereno
Un grupo de expertos y especialistas ha solicitado que los recursos que se destinan para atender el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se centren en las causas en lugar en las consecuencias, de manera que se prioricen mejor los recursos disponibles, sobre todo, como consecuencia de la crisis, que está propiciando además que muchas familias abandonen los tratamientos por no poder asumir su coste.
Esta petición ha sido lanzada a raíz de la presentación del informe el ‘TDAH en España’ –en el que han participado más de 225 expertos y se ha realizado una encuesta a 800 personas, siete mesas de trabajo y 190 entrevistas a expertos- en el que se refleja que alrededor del 77% de las causas de este trastorno son genéticas.
Y es que uno de los problemas del TDAH es su desconocimiento. De hecho, según explica el jefe de Psiquiatría Infantil de la Universidad Clínica Navarra, César Soutullo, una de las principales dificultades a las que se enfrenta esta enfermedad es su gran desconocimiento, lo que favorece que se produzca un cierto retraso en su diagnóstico.
Por ejemplo, en España, según el estudio, en el que se ha trabajado durante tres años, existen algunas dificultades en el circuito asistencial, ya que a un profesor o un pediatra cuando detectan que un niño puede tener síntomas de TDAH les cuesta identificar a qué profesional debe acudir. Una situación que los expertos creen que se debería mejorar.
El grupo de expertos también considera conveniente que, tras diagnosticarse el caso, el sistema escolar cree una serie de acomodaciones, que pasan por hacer algunos ajustes que se centrarían en el tiempo que precisan para terminar los exámenes y en el espacio en el que debe haber los menos estímulos posibles.
No obstante, en algunas comunidades autónomas se han adoptado algunas medidas como la incorporación de unos protocolos que incluyen adaptaciones escolares específicas. Entre ellas, por ejemplo, figuran entregarles diferentes hojas y más tiempo para acabar el mismo examen que el resto.
Por ejemplo, Galicia, Castilla y León, Navarra, Andalucía y Murcia tienen protocolos de actuación tanto en sanidad como en educación, mientras que en La Rioja, Cataluña, Baleares o Canarias sólo existen protocolos en una de esas dos áreas y en Navarra, Murcia, Baleares y Canarias se ha incluido el TDAH en la normativa jurídica en la que se regulan las necesidades específicas de apoyo educativo para este colectivo de personas. En el resto de autonomías, no hay ninguna medida relacionada con la atención de este trastorno. En materia legislativa, cabe hacer la salvedad de Andalucía, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Murcia, Navarra y País Vasco, ya que sus parlamentos sí han aprobado iniciativas parlamentarias autonómicas sobre el TDAH.
El informe también presta atención a otros aspectos como el hecho de quelos adultos afectados por TDAH no creen que sea un problema importante o grave, mientras que los expertos opinan que sí puede llegar a serlo puesto que puede derivar en otros trastornos como el alcohol o las drogas. Un motivo por el que también consideran clave involucrar a la pareja del paciente.
No obstante, señalan que estas consecuencias en la edad adulta podrían evitarse si se hace un seguimiento y cumplimiento adecuado durante la niñez y prosigue en la adolescencia, etapa en la que no se suele continuar.
De esta manera, se incide en la importancia de hacer un seguimiento continuado del trastorno a través de visitas frecuentes y no abandonar los casos ni poner en riesgo la autoestima de los niños, puesto que ellos tienden a pensar que son culpables de lo que les pasa. Una situación que puede derivar en que tengan problemas cuando sean adultos.
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