JAVI ROBLES
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“Hace diez años prácticamente nadie sabía en qué consistía el TDAH”
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“No hay dos TDAH iguales por la misma razón que no hay dos personas iguales”
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“Un pedagogo está presente en los procesos de aprendizaje y enseñanza a cualquier nivel”
Así resumía el sentimiento de frustración que invade muchas veces a los pacientes con TDAH
¿Cómo cambia la vida cuando le diagnostican TDAH?
En mi caso fue una liberación. Para mí supuso encontrar una causa a algunas de las cosas que me pasaban. Me sentí por primera vez capaz de afrontar los estudios, por ejemplo.
¿Hace una década cuál era la dimensión de esta enfermedad?
Totalmente distinta. Hace diez años prácticamente nadie sabía en qué consistía el TDAH. Estamos hablando de finales de 2003 que yo ya estaba recién licenciado. Fue un diagnóstico muy tardío. Imagina cuando yo trataba de explicar a la gente lo que tenía. Era una sensación rarísima.
El hecho de que el TDAH esté cada vez más presente, ¿cómo afecta a los pacientes?
En este tipo trastornos afecta mucho la concienciación sobre el tema. Progresivamente vamos viendo una sociedad que se muestra más permeable con las enfermedades, más solidaria. El déficit de atención y la hiperactividad no se ven físicamente. Se puede percibir en el comportamiento pero no es algo visible. No te falta un brazo, no tienes algo distinto. Pareces uno más.
¿Es en el momento en el que le diagnostican cuando comienza a percibir qué su futuro profesional estaba relacionado con el TDAH?
Es un cúmulo de cosas. Yo tenía bastante claro que me gustaba estar con gente, hacer actividades. No me veía en algo puramente técnico o en algo que supusiera estar solo. Simplemente la vida me fue llevando. Estaba predestinado.
¿Predestinado?
Sí. Yo pasé por momentos duros antes del diagnóstico y quise que otras personas pudieran saber qué era lo que tenían. Ayudarles a enfocar su comportamiento. Es el San Benito del vago, del que no hace nada, del que no quiere estudiar. Acabas un poco hasta las narices. A mí me hacía sufrir. Yo ahora les explico a los chicos que tener TDAH es como llevar una mochila con piedras en una maratón. Hay que ser más fuerte que el resto pero tienen, al igual que ellos, dos piernas para correr, una cabeza, dos brazos etc. Solo que nuestra mochila pesa más.
En ese “ayudar”, ¿cuál es la faceta de un pedagogo?
Un pedagogo tiene que ser como el director de un equipo de ciclismo. El ciclista en este caso es el chaval y el pedagogo es el que va en el coche. El esfuerzo es del joven pero hay que estar detrás para animarle a lograr los objetivos, para decirle que apriete más, que se relaje etc. Eso sería la parte personal. Además, hay una faceta vinculada a la educación. Un pedagogo está presente en los procesos de aprendizaje y enseñanza a cualquier nivel.
Una vez terminó su carrera en Galicia viajó hasta Pamplona donde comenzó a trabajar como educador social. ¿Es en este momento cuando empieza a trabajar con niños con TDAH?
Sí. Hasta entonces había hecho mis pinitos con algunos niños en Galicia y había comenzado a interesarme por asociaciones vinculadas a la hiperactividad y la atención a jóvenes con problemas. Durante todo este tiempo, conservaba un buen amigo navarro al que había conocido años atrás en un campamento de chicos con cáncer. Sabía que él había estado en un barrio gitano de valencia (se refiere al barrio de Nazaret) como voluntario pero que hacía ya un par de meses que había vuelto a Pamplona para trabajar en Nuevo Futuro (asociación en favor de la infancia con dificultad social). Bastó una llamada para que me viniera para aquí.
Estamos hablando de 2006…
Eso es. Aquí empecé a trabajar con chavales que tenían muchos problemas de comportamiento. No todos eran pacientes de TDAH pero, progresivamente, fuimos creando un grupo de trabajo específico para mejorar a quiénes lo padecían.
¿Esos grupos de trabajo en qué consistían?
Hacíamos de todo. Actividades de tiempo libre y actividades formativas. Eran chicos que, en muchos casos, procedían de entornos familiares muy desestructurados. Había déficits de aprendizaje brutales. Por supuesto, muchos de ellos no habían oído hablar en su vida del TDAH o de cualquier otro tipo de trastornos de comportamiento. Visitamos una cantidad de Centros de Salud que no puedes ni imaginar.
¿Y cómo recibían los chicos la noticia de tener TDAH?
Había de todo pero, en general, muy bien. Muchos lo único que necesitaban era atención. El hecho de que alguien se preocupase por ellos, por su educación, por detectar si había algunas dificultades. Otros no querían saber nada. Al final son vidas difíciles y muchos estaban muy cerrados a nada que viniera de fuera. Ni te quiero contar si encima eran médicos o había que tomar un tratamiento.
¿Era difícil que siguieran el tratamiento?
En algunos casos iban más orientados a hacer pautas diarias y cosas por el estilo. En otros era necesaria la medicación. Cada caso al final es único. No hay dos TDAH iguales por la misma razón que no hay dos personas iguales. El TDAH afecta a tu vida pero tú digamos que tienes una personalidad de base, un carácter. No es lo mismo un chico con tendencia a la impulsividad o con un carácter muy fuerte que un chaval que es un guindilla. Son distintos.
Ahora que menciona las diferencias en el tratamiento, ¿es usted partidario de la medicación? Porque existe un debate en la calle…
Así hablaba Jaime Martín del tema de la medicación
https://soundcloud.com/roblesjavi/jaime-1
Las pastillas están para ayudar a quién las necesite. Habrá gente que no le hagan falta y gente que sí. A mí me ayudan mucho. Lo del debate en la calle es algo que, siempre va estar ahí (tuerce el gesto y permanece en silencio unos segundos). No quiero decir lo que pienso de algunas de estas opiniones porque siempre me pasa lo mismo. Acabo enfadado.
¿Siente que es un trastorno injustamente tratado?
En parte sí. A ver, hablábamos antes de que la sociedad está más concienciada y es verdad. Pero, mira, te pongo un ejemplo. Hace un tiempo vi una entrevista a un tipo en un periódico (se refiere a la entrevista a Marino Pérez en ABC) en la que decía que el TDAH es un invento. Y el tipo era catedrático de Psicología. A mí me hierve la sangre con estas cosas. Todos los pasos que damos hacia delante son un chiste si luego salen entrevistas de este estilo.
¿Cuál es, entonces, el tratamiento que en su opinión debería darse mediáticamente?
El normal. Yo no digo que no haya gente a favor o en contra. Eso va pasar con esto y con todo. Lo que digo es que no se puede pretender que la gente se conciencie si cada equis tiempo van a estar saliendo estas noticias. Porque esa es otra. Este señor era Psicólogo. Todo el mundo sabe que los Psicólogos no pueden recetar una medicación y en ese titular se hablaba de la medicación como “dopaje”. Y nadie se extraña. Nos da lo mismo un pedagogo, que un psicólogo, que un psiquiatra.
En definitiva, ¿dejar qué hablen los expertos?
Claro. Pero que se le explique a la gente las cosas, que vean las diferencias entre unos expertos y otros. No todo son pastillas y no todo son rutinas. Sobre todo porque al final se pierde lo más importante. Se olvida que hay un paciente que necesita ayuda del tipo que sea. Y para mí lo más importante es que ellos tengan las mismas oportunidades que los que no tienen TDAH
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