Hola. Soy Ricard. Soy un niño como cualquier otro niño.
Me gusta sentir muchas cosas: un olor suave, la música agradable, una buena comida , un beso, un abrazo.
Pero tengo mucho miedo.
De los perros, de los sonidos fuertes, de no saber lo que se espera de mí, de lo que desconozco, de quedarme sólo, de romper mis rutinas.
Entonces me enfado mucho porque no sé qué hacer ni cómo reaccionar y me meto dentro de mí mismo.
Me calmo enseguida con una palabra amable o con una caricia.
Pero ésto le puede pasar a cualquiera.
Dependo un poco de los demás para que se me enseñe, se me guíe y se me cuide.
Si no reacciono como es debido es porque nadie me ha enseñado a hacerlo.
Pero siento a los demás en sus penas y alegrías y me da rabia no poder manifestar mi apoyo ni mi reacción ayudando a las personas.
No miro a los ojos cuando hablo porque no reconozco los gestos de la comunicación ni los expreso.
Escucho todo y como tengo buena memoria, aprendo muy rápido.
Pero como el aprendizaje de los sentimientos y de todo lo que hago se basa en el proceso de información, con las frases largas me pierdo y entonces me siento incómodo.
Tengo problemas con lo que quiero y lo que pienso y eso me lleva a situaciones equívocas que hacen que otras personas se enfaden y yo no entiendo el por qué.
Tengo mucha suerte. En casa tengo a mis padres que me quieren.
Pero fuera de casa tengo muchos problemas y siento que las otras personas me tienen miedo y me pueden rechazar.
Sé que actúo de modo distinto pero no sé actuar de otra manera e intento utilizar lo que he aprendido. Entonces río a destiempo o hablo a otras personas de cosas que no les interesa.
Soy asperger, y eso significa , que vivo en un constante enredo con la realidad en el sentido de que no entiendo los códigos que tienen todas las personas, que los tienen desde su nacimiento, heredados como instinto , y un asperger debe aprenderlos.
Tengo muchas pasiones: los trenes, los coches, la música, la astronomía, las montañas rusas, usar el ordenador para construir estructuras complejas, tocar el piano, la guitarra y la armónica, ver documentales de historia, viajar a Terra Mítica. Y hablo de todo ésto porque no sé hablar de otra cosa. No se me ha enseñado.
Cuando se me rompen las rutinas, me desagrada. No me gustan las sorpresas ni los cambios. Soy constante y puedo estar sin comer ni dormir dedicado a lo que me gusta.
Pero tengo muchos problemas en el colegio. No me gusta. Me aburro y no entiendo el por qué me hacen escribir y pintar a mano, con lo que me cuesta, cuando puedo hacerlo mucho mejor en el ordenador y así nadie se ha de enfadar.
También me cuesta mucho jugar al fútbol y hacer gimnasia y me apena no poder jugar con mis compañeros porque lo hago mal y mi cuerpo no me deja hacerlo mejor.
Pero quiero mucho a las personas que tengo a mi alrededor. Quiero a mis compañeros porque gracias a su ayuda, conseguiré jugar y conseguiré que me guste el colegio. Tengo mucho apoyo de ellos.
Quiero a las personas que me saludan y me hacen una caricia aunque no les mire a los ojos. Yo las recordaré siempre y cada vez que vaya a la calle, las buscaré con la mirada. Y cada dia, pregunto por ellas y las echo de menos.
Muchas gracias por haber estado en mi cumpleaños, por haber traído a sus hijos y por haberme leído.
Igualmente, gracias por parte de sus padres. No tenemos palabras suficientes.
Escrita por Maite Pernelle (mamá de Ricard)
Julio de 2006
De “Madres de Niños con Sindrome de Asperger”, a través de
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