DIFERENTES SUBTIPOS DE TDAH (DSM-IV-TR)
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Predominantemente hiperactivo.
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Predominantemente inatento.
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Mixto: con síntomas hiperactivos e inatentos.
"En el colegio siempre decían que Esperanza estaba en las nubes". Ahora, esta mujer de 35 años, nos dice: "Cuando era pequeña, tenía muchos problemas para seguir las indicaciones de los profesores, siempre había una cosa u otra que reclamaba mi atención, ya fuera un ruido que se colaba por la ventana o algún tema más interesante que me venía a la cabeza, y siempre el mismo recuerdo de la maestra acaban la clase y como si yo hubiese estado en la luna sin enterarme de nada de lo acontecido". Sus notas no fueron ni buenas, ni mals y pasó desapercibida durante toda la época escolar.
Ahora tiene 35 años y las cosas siguen igual. Trabaja de administrativa en una empresa familiar. Tiene dificultades para realizar su trabajo si no está muy concentrada. Se despista y comete errores por descuido. Siempre tiene que quedarse una hora más para repasar su trabajo y salir luego corriendo para ir a buscar a sus hijos a la escuela. Un día, el mayor de 10 años fue de excursión. Al regresar, le recordó que otra vez más se le había olvidado ponerle el postre de la comida. Otras veces se le olvida darle la bata, o que tiene clase de música, a veces incluso llega antes de la hora. Es una mujer muy lenta y despistada, le cuesta seguir el ritmo de su familia, y se siente muy mala madre y esposa porque no hay un sólo día en que las cosas salgan correctamente.
Su marido es muy comprensivo y en ese aspecto dice haber tenido mucha suerte, porque no confía en sí misma. Siempre deja las cosas para el último momento y parece que no aprende que así no se pueden hacer. No calcula bien el tiempo que tardará en hacer las cosas y eso lo complica todo aún más. Le cuesta organizarse y planificar con antelación, y se da cuenta de que dedica mucho más tiempo a las cosas que le gustan, aunque no sean importantes, que a las que le suponen un esfuerzo.
Hace unos meses su marido y ella fueron a una reunión con la maestra de su hija de 8 años y, como siempre, tuvo que hacer esfuerzos para prestar atención a lo que contaba la maestra. Su cabeza, sin poder hacer nada para evitarlo, empezaba a desconectar, pero de pronto algo captó su atención. La maestra les contaba que su hija se mostraba inatenta, despistada, que estaba en las nubes y que tenía dificultades para seguir la clase. Que podía ser algo pasajero pero que era mejor descartar que no fuera una niña inatenta y les derivó al psiquiatra. Parecía que la estaba describiendo a ella, a la madre. Con el diagnóstico y tratamiento de su hija empezó a comprender lo que le pasaba. Durante 35 años había tenido la sensación de ser lenta, no muy lista, de no servir para mucho, pero ahora se da cuenta que puede ser que también tenga un TDAH.
Sergio, hombre de 17 años, dice que le aburren las clases, que le aburren las charlas largas con sus amigos, que le aburren sus padres cuando le dicen lo que tiene que hacer, que le aburre mucho estar mucho tiempo en un mismo lugar, que le aburre tener que ordenar sus cosas y le aburre tener que dedicar mucho tiempo a una misma actividad. Casi todo aburría a este chico adolescente.
Ahora Sergio tiene 45 años y se acaba de separar. Durante muchos años ha tenido problemas para adaptarse a las diferentes situaciones. Tardó 8 años para concluir sus estudios de diplomado universitario. No tenía dificultades para los estudios, pero era incapaz de ponerse a estudiar, siempre había algo mejor para hacer. Se sentía inquieto y hacer deporte lo relajaba. Cuando encontraba algo que le llamaba la atención, un libro, una afición, un deporte en concreto, dedicaba todo su tiempo y esfuerzo a ello, dejando de lado actividades o tareas más importantes en aquel momento.
Al acabar los estudios, empezó a trabajar y dedicó todo su esfuerzo mental para que las cosas funcionaran en el trabajo. Recuerda que cuando era un niño perdía las llaves; ahora ya ha perdido 7 móviles. Cuando era niño y se enfadaba porque las cosas no salían como él quería, perdía el control y tiraba por el suelo lo que tenía a mano. Ahora, no le pasa tan a menudo, pero de vez en cuando también pierde el control y explota de manera exagerada en casa. Le continúa aburriendo estar mucho rato de charla y hacer tareas que no le motivan.
Durante todos estos años ha delegado en su mujer todas las tareas organizativas de la casa, control de gastos, tareas de mantenimiento,... Empieza las cosas con ilusión, pero es muy difícil que acabe alguna de ellas. Cuando su hija pequeña nació, Sergio, que tiene buena mano para las artes, quería pintarle un dibujo para su habitación. Compró muchas pinturas de todos los colores, pincels,..., pero al cabo de los años las pinturas continuaban en el estante y nadie había pintado la habitación. Es cariñoso y atento con sus hijos, pero con poca paciencia. Le aburren las reuniones del colegio, le aburren las reuniones de vecinos, le aburren los actos sociales. Continúa realizando deporte entre dos y tres veces por semana. Prefiere estar activo que sentado, y nunca ha acabado una cena sentado con su mujer y sus hijos. Sergio siempre ha sido despistado y movido, desde muy pequeño. Con los años su familia se ha aburrido de él. Se encuentra solo, triste y deprimido, y ahora parece que echa de menos todo aquello que le aburría.
Esperanza y Sergio son dos ejemplos de los subtipos más habituales en el TDAH. Esperanza tiene un TDAH subtipo inatento y Sergio un TDAH subtipo combinado.
El DSM-IV-TR describe tres subtipos de trastorno que, por orden de mayor a menor frecuencia en adultos son:
Cada uno de los subtipos consta de 9 síntomas y se requiere que el paciente cumpla 6 de los 9 para poder realizar el diagnóstico.
El diagnóstico de TDAH residual se aplica a pacientes con un TDAH desde la infancia que no cumplen en la edad adulta el criterio de presentar 6 o más síntomas de inatención y/o hiperactividad-impulsividad, pero los síntomas que exhiben causan un malestar significativo. También se puede establecer el diagnóstico de TDAH no especificado, cuando no se cumple uno de los cinco criterios diagnósticos, exigidos por el DSM-IV-TR.
1 comentario:
es increíble he leído este articulo y me he identificado completamente con Esperanza, gracias a dios hoy en día mi hijo esta atendido y no ha sufrido lo que yo
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