Si bien los niños Asperger tienen ciertas dificultades sociales, algunos lindan con la genialidad. Conozca los rasgos y potencialidades de este trastorno cada vez más estudiado.
En los últimos años se han logrado identificar más casos. A nivel mundial se habla de uno a cuatro por cada diez mil personas
Mery Echenique, psicóloga con estudios en problemas de aprendizaje y lenguaje
Los niños Asperger dicen lo que piensan sin medir las consecuencias. Pueden decirle a su madre: “Hoy estás hermosa, porque ayer parecías una bruja” o comentar en el salón a su profesor que las clases que dicta son muy aburridas pues repite lo mismo durante la semana.
Esto último realmente ocurrió y fue tomado por el colegio como una falta de respeto, sin considerar que el niño podría tener razón. Para la psicóloga Mery Echenique, estos chicos tienen problemas en el colegio porque no han terminado de aprender ciertas reglas sociales.
“Son limpios, transparentes y dicen lo que piensan. No hay maldad en ellos, son muy nobles y emocionalmente muy afectivos. No miden dónde o a quién decir las cosas, pues tienen dificultad para entender los códigos sociales, reglas y normas”, explicó la especialista con estudios en problemas de aprendizaje y lenguaje.
Esta falta de adaptación, señaló Echenique, les produce dificultad para integrarse y suelen ser víctimas del bullying. “Algunos profesores desconocen las características del Asperger y los tratan como niños distraídos e irreverentes, porque son niños que dicen las cosas que piensan”, acotó.
Si bien este es un trastorno que no suele medicarse, el niño que lo padece puede deprimirse por las frustraciones que experimenta. “El medio ambiente externo les genera depresión que podría terminar en deseos de suicidio. Como ellos son tan objetivos y concretos piensan que desapareciendo termina todo”, indicó.
Pero, ¿cómo identificar a un niño Asperger? Según Echenique, la mayoría de estos casos llegan remitidos por los nidos. “Son niños que no se logran integrar, extraños, obsesivos, que tienen ciertos rituales y no toleran hacer la misma actividad por mucho tiempo”, comentó.
El Asperger se puede confundir con Déficit de Atención, pues el menor está distraído y ensimismado en un tema que le llama su atención. Pero cuando atiende puede hacer la tarea con suma rapidez y efectividad. Recién a los cinco o seis años, los neurólogos identifican este trastorno. Antes ven ciertas características.
Los especialistas coinciden que el Asperger es un trastorno con muchas características del espectro autista. Sin embargo, el ensimismamiento en no se da de manera tan intensa como el autismo. “Mientras el autista no comunica lo que quiere, el Asperger sí logra comunicar pues desarrolla el lenguaje”, dijo.
Alrededor del año no suelen fijar la mirada, pero si lo pides el niño mira en forma efusiva y en corto tiempo. Sin embargo, “es un niño que puede decir qué es lo que quiere aunque no nos esté mirando”, explicó. Además, a temprana edad desarrollan ciertos rituales como enfilar juguetes por colores, tamaños o formas.
De más grandes hacen interpretaciones literales de frases, analogías y metáforas pues tienen afectada la comprensión linguística. Recién a los once o doce años pueden hacer analogías de tipo social. “Son hiperformales, correctos, respetan la estructura de las palabras como las aprendieron”, dijo.
Son niños con características cognitivas altas y algunos llegan a la genialidad. “Si bien se observa una desarmonía en el rendimiento, tienen una memoria mecánica excelente. Hay que darles pautas muy claras. El niño capta una instrucción muy concreta y es capaz de ejecutarla y hacerla con muchísima eficiencia”, recalcó.
“Se van a marcar como chicos correctos y de adultos también como profesionales correctos. Terminarán su trabajo si se los han pedido. No van a mentir. Y si tienen que dar un examen solos con sus libros al lado son incapaces de revisar el libro. Son chicos que no hacen copia”, dijo la experta.
En los últimos años se ha logrado identificar más casos. “A nivel mundial se habla de uno a cuatro por cada diez mil”, explicó Echenique y agregó que no es recomendable incorporarlos a grupos grandes y competitivos pues les genera frustración. “Si el colegio es muy grande no se va a controlar el bullying”, señaló.
“Lo ideal es que en una primera etapa puedan ir a colegios pequeños, muy organizados y con personal altamente calificado. Al estabilizarse pueden ir un colegio más amplio pero no tan competitivo”, dijo y explicó que hay muchos Asperger que están muy bien llevados por sus padres y familiares.
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